jueves, 5 de junio de 2008

Fútbol y ajedrez


Acabo de terminar de leer este curioso libro de Adam Wells. Se trata de un pequeño ensayo que trata de establecer los paralelismos y similitudes que hay entre dos deportes aparentemente tan distintos como el ajedrez y el fútbol. Y digo, aparentemente, porque la lectura de este ensayo, me ha descubierto sus enormes semejanzas.

Todos hemos oído hablar (despectivamente, en general) de partidos de fútbol tan tácticos que parecen partidas de ajedrez. Incluso existen numerosos términos y expresiones que pueden ser, indistintamente, utilizados en contextos balompédicos o ajedrecísticos. Lean estos ejemplos (hay muchos más), a ver si son capaces de saber a cual de los dos deportes se refieren: "Dominar el centro, construcción de juego, juego posicional, crear espacios, atacar por los flancos, explotar las debilidades del contrario, superioridad numérica, movilidad, jugar en amplitud, diagonal, juego combinativo, contraataque, iniciativa..."

Pero, olvidemos ya las similitudes, y veamos como podemos superar sus notables diferencias. Fundamentalmente, se me ocurren tres importantes detalles que, a primera vista, convertirían estos dos mundos en irreconciliables:

1-El fútbol es un deporte físico y el ajedrez predominantemente mental.
2-En el primero, debido a sus casi infinitas variables, el azar es un aspecto a tener en cuenta. Sin embargo en el ajedrez, no hay lugar para la caprichosa suerte, pues todo lo que acontece sobre el tablero responde a normas conocidas y tasadas.
3-En el fútbol se necesita un balón, y en el ajedrez, por supuesto que no.


Los dos primeros puntos creo que no son difíciles de rebatir. Lo del predominio mental o físico en cada una de las modalidades es algo que se tiende a superar. De hecho, la mayoría de los ajedrecistas disponen de un preparador físico, y los clubes de fútbol de élite cuentan también con psicólogos y expertos en aprendizaje. Además, ¿alguien podría negar el derroche de inteligencia (táctica, al menos) que jugadores como Cesc, Kaká, Valerón, Pirlo, Totti, etc, ofrecen en cada una de sus intervenciones?.

En cuanto a lo del azar, ni el fútbol depende tanto de este factor, ni al ajedrez le es tan ajeno. ¿Cómo se explicaría si no, que, al acabar un partido de fútbol, todos seamos capaces de encontrar razones tácticas (lógicas) que pudieron provocar nuestra derrota o victoria?. ¿O que incluso los más grandes maestros de los 64 cuadros reconozcan (eso sí, en petit comité) que, en muchas ocasiones, se encuentran con posiciones ventajosas completamente inesperadas, ya sea por errores garrafales de sus contricantes o porque, simplemente, surgen, sin que sepan muy bien cómo?. Esta doble interrogante demuestra por sí sola que el papel de la suerte, en ambas disciplinas, no está tan definido como podíamos pensar.

Para superar el espinoso asunto del balón, vamos a necesitar echar un vistazo al gráfico futbolístico que tienen unos párrafos más arriba. Si se fijan bien, representa una jugada combinativa del Arsenal de hace unos cuantas temporadas. Por si no entienden las flechas, les explico: Pires tiene el balón, que se lo pasa a Bergkamp, el holandés pasa atrás a Vieira, que viendo la incorporación de Edú, le lanza un balón diagonal en profundidad que su compañero recepcionará ya en el área rival. Allí, probablemente, el mediocentro brasileño hará añicos la portería rival, conociendo su poderosa pierna izquierda.

Ahora fíjense en esta otra imagen:


Si tienen unas mínimas nociones de ajedrez, siguiendo las flechas podrán observar que el alfil blanco en c2 da soporte al caballo en f5, que a su vez hace lo mismo con el otro alfil en h4, y éste otro, a la torre que se incorporará desde d2 a la casilla d8, marcada con una cruz. La presencia de la torre enemiga en terrenos tan avanzados, sentenciará a la reina negra, y vaticina un rápido jaque mate por parte de las piezas blancas.

¿Les recuerda algo esta combinación?. ¿No?. Pues entonces hagan esto, sustituyan el tablero por un campo de fútbol, las piezas activas por los nombres de los jugadores del Arsenal, y la expresión "dar soporte" por la de "pasar el balón". ¡Ah!, y lo más importante, en vez de jaque mate, pongan la hermosa palabra gol. O todavía más sencillo, vuelvan a leer la combinación del Arsenal mirando esta vez a la imagen del tablero. ¡Asombroso!, ¿no les parece?. Las dos son casi exactamente la misma jugada. ¿Quién decía que en el ajedrez no se jugaba con balón?.

Enlaces relacionados:
-Comprar libro (newinchess.com).
-Soccer Chess
(página dedicada a un curioso juego de mesa, mezcla de fútbol y ajedrez).

3 comentarios:

Pablo Franco dijo...

Una pena que el libro esté en inglés porque tiene muy buena pinta. Aunque la verdad ya no juego tanto ni al ajedrez ni al fútbol... que rabia.

Popeso Dudando dijo...

Se entiende muy fácil. Si te interesa, no te cortes por lo del inglés, que yo soy un cenutrio y lo leí sin problemas.
Pero vamos, más que nada es una curiosidad. No vas a jugar mejor ni a una cosa ni a otra.

Cristhianroger dijo...

¡Qué bonito artículo! ¡Carambas! ¡Por qué ha pasado tanto tiempo hasta que yo lo leyera! Je,je. Siempre he pensado que de alguna manera hay conexiones entre el ajedrez con otros juegos de estrategia, y esto es, para mi, un claro punto de vista. Alguna vez leí de un estudio sobre la mejoría que se presenta en el rendimiento de chicos q practican el futbol cuando se les da horas extras de ajedrez, al parecer leen mejor el partido y eso beneficia a el juego. Debería estudiarse mas este asunto, con el fin de propagar la enseñanza del ajedrez como herramienta de múltiples beneficios. Saludos.

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