Casualidad o no, no sabría decir, cayó en mis manos una biografía de Bill Shankly, el mítico manager del Liverpool de los años sesenta, sólo unos días antes de que el club de Anfield se merendase al Real Madrid, en la eliminatoria de octavos de final de la Liga de Campeones. Mucho se está diciendo y escribiendo en los medios españoles sobre las posibles causas de esta debacle blanca en tierras inglesas. Y como casi siempre, se miran tanto el ombligo que sólo inciden en las miserias de los merengues, olvidándose de las grandes virtudes del equipo que tan justamente les derrotó. Permítanme pues que, desde aquí, le rinda un pequeño tributo.
"Take that bandage off... and what do you mean about YOUR knee?... It's Liverpool's knee!" ("Quítate el vendaje...y por qué la llamas TU rodilla?...¡es la rodilla del Liverpool!").
En este famoso rapapolvo que Bill Shankly le echó a su jugador Tommy Smith, en la primera (y última, deduzco) ocasión en que este durísimo jugador quiso borrarse de un partido, escudándose en una supuesta lesión, encontrarán quizá la virtud más determinante del Liverpool y que le condujo, una vez más, al éxito: el espíritu de equipo.
Porque independientemente de la indudable calidad de algunos de sus componentes, y del buen hacer de su entrenador Rafa Benítez, la gran diferencia entre las dos escuadras la marcó la actitud de los protagonistas. Durante los dos partidos disputados en esta eliminatoria, los jugadores, técnicos, directivos y afición de los "Reds" se comportaron como un solo ente, sacrificando sus intereses personales e incluso arriesgando su propia integridad física (Gerrard, por ejemplo) en pro de un bien superior, el del colectivo, el único que sabían les posibilitaría la victoria que tanto anhelaban. Mientras, en el Real Madrid, dispersaban su atención en una desesperada persecución al FC Barcelona en liga, y en inoportunas polémicas de todo tipo (quejas de Guti por sus sustituciones, el "chorreo" del presidente Boluda, las críticas al juego del "Pool" en el Bernabeu, por parte del segundo de Juande Ramos, agresiones de los aficionados ultras a los periodistas, la hipotética vuelta de Florentino, etc, etc).
El resultado final ya lo conocen, cinco a cero en el cómputo total de la eliminatoria, los cinco marcados por la misma rodilla. Sí, aquélla que se tiñó de vivo rojo, cuando el viejo Shankly ordenó retirar la blanca venda que la ocultaba.
1 comentario:
Pues con Florentino creo que van a volver las rodillas fotodepiladas con laser eso sí.
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