Qué mejor que leer un divertido libro para refrescar estos asfixiantes y primerizos días de verano. Así que para dar ejemplo, ayer me bajé a la playa la primera novela del irreverente escritor (y blogger) escocés Alan Black, titulada "Kick the balls" o en cristiano, "patead los balones" (o las pelotas, pues va con doble sentido). No pude haber elegido mejor, creánme. No vean las risotadas que me eché durante la arenosa lectura de sus doscientas cincuenta y pico páginas.
El libro cuenta la historia del propio autor, un atormentado escocés emigrado a California, y que tras unos años viviendo en el centro de San Francisco, se muda a un barrio residencial en las afueras de la ciudad. Para integrarse en su nueva vecindad, Alan decide convertirse en el segundo entrenador del equipo de fútbol alevín de su barriada, los Dragones, equipo formado por jugadores tan destacados, entre otros, como "el niño que se podía llamar, o no, Ashley", Sam, también conocido como "el atontado que necesita pilas nuevas", o Jonathan, alias "la planta en una maceta". Naturalmente, el equipo es un desastre, y lo mismo sucede con el proceso adaptativo del rudo y básico entrenador Black a la esnob sociedad suburbanita americana. Ello da lugar a un sinfín de situaciones divertidas en las que el autor compara satíricamente exagerados episodios futbolísticos de su azarosa infancia en el país de las gaitas, con la superprotectora atmósfera en la que desarrollan sus primeros contactos con el mundo del fútbol (y con el real) los niños de la actual generación.
La verdad es que no es difícil sentirse identificado con lo que el autor cuenta. Cualquiera de ustedes que haya sobrepasado la treintena, y que haya practicado fútbol en sus años mozos, seguro que reconocerán muchas de las situaciones que se nos narran. Y, si como el segundo entrenador Black, y yo mismo, continúan ligados al fútbol base, ya ni les cuento.
Lo único malo que le encontré a esta novela es que sólo está disponible en inglés, creo. Pero bueno, nada que no se pueda solucionar teniendo a mano una buena edición del "Collins". Y si ustedes ya no necesitan de diccionarios, harían bien en escuchar este hilarante episodio del libro que encontré en la red social literaria dublit.com, titulado "The german helmet haircut", en el que el autor nos cuenta sus desventuras con un peluquero de su infancia en Escocia, especialista en cortes de pelo a lo nazi. ¿Verdad que les suena?
No hay comentarios:
Publicar un comentario