Sólo si alguna vez se han levantado de resaca y con el imperioso deseo de que jamás hubiesen sucedido las numerosas meteduras de pata cometidas en una previa juerga nocturna, podrán comprender como me siento después de presenciar anoche el estreno en Antena 3, de "La chica de ayer", remake español de la exitosa serie británica (y también de la americana) "Life on mars".
Antes de descuartizarla les reconozco que he visto y adoro las series (compruébenlo en esta entrada, y entérense, de paso, de su argumento) en las que se basa esta versión a la española. Quizá por esto mismo voy a ser tan duro. Y es que me resulta casi imposible comprender como con tan buenos precedentes se puede facturar un producto tan malo. Y es curioso, porque este primer capítulo es prácticamente una fotocopia del primer episodio del "Life on mars" americano. Aunque claro, sólo con comparar la pareja de protagonistas de ambas versiones, ya nos podemos hacer una idea de la diferencia de calidad entre la serie hispana y la hecha en los EE.UU. Mientras en España sus actores principales son Ernesto Alterio y Antonio Garrido (sí, el peculiar presentador del concurso "Identity"), en la yanqui nos topamos con el guaperas irlandés Jason O'Mara (que sí da en el rol de héroe atormentado, no como el poco agraciado y siempre dubitativo Alterio) y, sobre todo, con el genial Harvey Keitel que borda el papel de bruto detective jefe de nuestro atormentado policía viajero del tiempo. Comparen las fotos que he colgado. Igualitas, ¿no?.
Perdonen que me cebe con el pobre Ernesto Alterio, pero es que gran parte de la responsabilidad de que "La chica de ayer" haya resultado un bodrio es su lamentable interpretación. De verdad que no se puede estar peor. Y no tengo nada contra este actor, de hecho, me resulta bastante simpático, pero su papel de Samuel Santos es para quitarle la licencia de por vida.
Pero aparte del poco afortunado casting, existen otras curiosas diferencias, aunque menos determinantes, entre esta producción nacional y sus hermanas anglosajonas. En nuestra celtibérica adaptación, Sam(uel), tras su accidente, se retrotrae al año 1977 en vez de a 1973, imagino que con la idea más políticamente correcta de incorporarse a la policía de la transición y no al cuerpo represor del franquismo. Por otra parte, y no me pregunten por qué, la canción que hace de hilo conductor entre los dos momentos temporales de la vida de Sam(uel) no es "Life on mars" de David Bowie, sino "Bohemian rapsody" de Queen.
Por último, y por acabar con algo positivo, me gustaría destacar la actuación de Manuela Velasco. Creo que junto con el esfuerzo de caracterización y ambientación de la serie, es lo único salvable de este decepcionante primer capítulo. De todas formas, y como yo soy más bien de gustos raritos, deberían ir a la página de Antena 3 y ver en streaming este episodio, para comprobar si, como de costumbre, me he vuelto a equivocar en esta muy subjetiva valoración que se acaban de tragar enterita.
4 comentarios:
ja ja que malaaaa!!! serie LOGSE donde las haya...
Pues yo, ahora, ya le encontré el punto. Me la tomo como una parodia de la original y me parto. Lo que pasa es que creo que no es eso lo que buscaban sus creadores.
Tal vez os parece mala porque antes de verla ya os conocéis la historia y ya habéis visto la serie original...por lo tanto no sois nada objetivos, me remito a la producción y al guión de la serie, sin entrar en los repartos.
No, si yo estoy enganchado a la serie, no me pierdo un capítulo. Pero no se puede juzgar una serie sin tener en cuenta el reparto. Que, por cierto, no sería malo de no haber escogido a Alterio, que es horroroso. Por lo demás, creo que la serie está mejorando gracias a que ha derivado en comedia. Ya no tiene mucho que ver con la original, pero así se evitan comparaciones odiosas.
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