Parece que le estoy tomando gusto a esto de las conferencias. Anoche pude asistir a la charla que ofreció Fernando Vázquez, ex-entrenador, entre otros, del Betis, Las Palmas y un equipillo gallego de 2ª división cuyo nombre me produce urticaria, por lo que prefiero no mencionarlo, a los alumnos matriculados en la escuela de entrenadores del Deportivo de La Coruña. Pero, independientemente, de su mayor o menor currículum, hay que reconocer la gran sabiduría futbolística del técnico de Castrofeito.
Tal y como hice con la conferencia dada por Miguel Angel Lotina, paso a resumirles el contenido de la lección magistral que nos presentó el "adestrador" gallego:
Introducción
El fútbol es un sistema abierto, cuyas partes están tan interrelacionadas, que casi carece de sentido realizar análisis sectoriales. Podemos hablar de ataque y defensa, de los elementos de los que se componen ambos conceptos, pero no tendría lógica alguna tratarlos de estudiar como si fuesen compartimentos estancos. No, en fútbol, si hablamos de ataque, tenemos que relacionarlo con la defensa, y viceversa. De tal manera, que cuando atacamos, estamos, a la vez, desarrollando accones defensivas, al igual que cuando defendemos, realizamos movimientos que favorecerán un próximo ataque.
Todas los sectores en que queramos dividir este juego son igual de complementarios e importantes, aunque hay un concepto clave que siempre estará presente y que hay que tener muy en cuenta en cualquier faceta del juego: el espacio.
El Espacio
El espacio (sin desvincularlo de su primo-hermano, el tiempo) podríamos considerarlo como el denominador común a todo elemento presente en el balompié. Si lo pensamos bien, el fútbol no es más que un juego que consiste en trasladar (en más ocasiones que tu oponente, si deseas ganar) un móvil (el balón) a un espacio concreto (la portería rival) situado en el centro de los lados cortos de un rectángulo de unos 7.000 m2 de superficie.
Para tener éxito en este devenir nuestro por ese espacio de juego, fundamentalmente, tendremos que evitar la oposición rival, sin incumplir, claro está, las normas básicas de funcionamiento (reglas de juego).
Nacen así, los conceptos de ataque y defensa, y su nexo de unión, la transición.
Métodos de eliminación de rivales
1- Técnicos: mediante acciones de habilidad un jugador puede ir superando individualmente a sus oponentes. Les estoy habando de conducciones, regates, etc, en ataque, o interceptaciones, entradas, etc, en defensa. Estos elementos suelen ser el centro del trabajo que se realiza con los jugadores en proceso de formación.
2-Tácticos rudimentarios: son actos de cierta naturaleza táctica, pero desprovistos, en ocasiones, de su carácter inteligente, y que se realizan arbitrariamente o como puntual recurso. Ahora,me refiero, al pase largo y elevado, que, aunque no podemos negar que provoca, en caso de éxito, una progresión espacial considerable, generalmente conllevará la pérdida de la posesión.
3-La utilización de los espacios: tanto en su faceta de creación y de percepción o reconocimiento, como de aprovechamiento. El jugador que domina estos tres momentos de este último método, tendrá una gran ventaja, gracias a este saber táctico, sobre los que sólo dominan las dos primeras herramientas.
Obviamente, la conclusión a este apartado es obvia: se deben orientar nuestras tareas de entrenamiento al desarrollo de las capacidades espacio-temporales (creación y percepción de los espacios) y volitivas (toma de decisiones) de nuestros jugadores, y no centrarnos sólo en la ejecución (técnica).
Elementos condicionantes del espacio
La principal característica del espacio es que está en proceso de cambio continuo cambiante. Los espacios libres aparecen y desaparecen, aumentan o disminuyen su importancia, y este proceso, se desarrolla en infinidad de ocasiones a lo largo de los 90 minutos de juego. Podemos hablar,entonces, de que existen una serie de elementos o de factores que ocasionan estas modificaciones cualitativas y cuantitativas de los espacios. Estos son los más determinantes, en el aspecto cuantitativo:
1-El rival. De cajón, sólo habrá espacios libres, en las zonas en que no hay presencia de contrarios.
2-El equipo propio. Relacionado con el punto anterior, en el sentido de que la situación de los compañeros modifica la colocación de los oponentes. Los movimientos realizados por los componentes del propio equipo, sean con balón (conducciónes, regates, pases...), o sin balón (desmarques, apoyos, marcajes, desdoblamientos...), provocan la aparición o desaparición de los espacios libres.
En el aspecto cualitativo (además de los dos elementos anteriores), debemos atender, para juzgar la mayor o menor importancia de los espacios, a otros dos factores, que no creo necesiten apenas explicación:
3-La zona del campo. Mediatiza conceptos básicos derivados de la noción de espacio como (entre otros) el tipo de defensa (estrecha en las proximidades de nuestro área), o de ataque (rápido y directo cuanto más próximo a portería rival).
4-El momento y resultado del partido. Puede hacer variar el significado aparente de nuestras acciones. Atacamos para evitar goles (conservando el balón) o defendemos para meterlos (recuperamos para poder atacar antes), dependiendo si vamos ganando o perdiendo, o de si queda poco o mucho tiempo.
Pero para manejar todas estas armas para poder superar al rival mediante los espacios libres, los jugadores deberán ser adiestrados en la percepción y reconocimiento de este tipo de situaciones, para poder tomar las decisiones apropiadas en cada momento. La toma de decisiones, en el fútbol, como en la vida, es el momento del que depende nuestro destino.
Fallos frecuentes en la toma de decisiones
1-No aprovechar las situaciones de superioridad numérica o no intentar crearlas constantemente. A lo largo, de un partido, se ven pocos desdoblamientos (en el sentido inglés de "overlapping") entre compañeros, o son tan obvios, que apenas sorprenden y no consiguen la superioridad. Y, por otro lado, no es raro, ver como se desaprovechan oportunidades de contrataque por no saber reconocer que se daban las circunstancias idóneas para ejecutarlo.
2-Defensa incorrecta del contrataque. El escaso bagaje táctico de los defensores, provoca la utilización de recursos defensivos que son apropiados en caso de defensas situacionales pero peligrosos a la hora de frenar un contrataque. Les hablo de anticipaciones o entradas, que son armas para el pressing, pero que en estos casos, deben ser sustituidas por el repliegue y las temporizaciones.
3-Escasa posesión de balón. Aquí, el error más frecuente, se encuentra en el método para solucionar esta deficiencia. No se trata de conseguir posesión, mejorando el trato al balón, pero sin velocidad ni progresión. No, para tener la pelota hace falta mucho movimiento (creación de espacios), y, muy importante, capacidad de recuperación del balón. Si no conseguimos devolver el móvil a nuestro poder, dificílmente, podremos triangular y tocar.
Consideraciones finales
En fútbol, para un eficaz uso de los tiempos y los espacios, es necesario saber aprovechar los escasos momentos de desorden o falta de concentración de los equipos rivales. Generalizando, podríamos identificar ciertos momentos en los que, habitualmente, los oponentes se descolocan. Son:
1- Cuando pita el árbitro. De ahí, que haya que incidir en el saque sorpresivo y rápido de las jugadas a balón parado.
2-Cuando hay cansancio. Un equipo agotado tiende al caos. Hay que aprender a dosificarse para estar frescos para aprovechar el desfondamiento del rival.
3-Cuando se pierde o recupera el balón. Me refiero, por supuesto, a las transiciones. Y, no sólo, a las primeras, sino, también, a las segundas y sucesivas, pues resultarán más peligrosas que aquéllas, ya que el desorden provocado por las continuas y sucesivas pérdidas y recuperaciones, es el caldo de cultivo apropiado para ejecutar una acción con consecuencias en el marcador.
Y con este recodatorio a la crucial importancia del momento en que se pasa de tener el balón a no tenerlo (o viceversa), con el que estoy, absolutamente, de acuerdo, finalizo este resumen denso y teórico, pero espero, que no por ello, menos útil y práctico, de los saberes que compartió Fernando Vázquez con los asistentes, a su muy instructiva conferencia.
¡Ah!, disculpen el ladrillo, pero es que me emociono con esto de la pelotita.
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