De esta guisa pretendían ridiculizar a Fraga y a Alberto Núñez Feijoo, los creativos del partido socialista, en unos carteles que inundaron las ciudades gallegas los últimos días de la campaña electoral. Pero tras el sorprendente desenlace de los comicios del pasado 1 de marzo, lo que, a priori, podía parecer una idea ingeniosa, ha acabado convertida en objeto de escarnio y burla de los mismos que la promovieron. Y es que perder unas elecciones ante Rockefeller y José Luis Moreno, es un ridículo casi imposible de superar.
En fin, cosas de la democracia. Cuando el presidente había casi terminado de amueblar su residencia, va el populacho, y sin razón aparente, lo pone de patitas en la calle. ¡Serán raros estos gallegos!. Y todo por haberles preguntado. ¡Dichosos publicitarios!.
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