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Hay gente que sabe convivir perfectamente con las dificultades. Es más, incluso, se crecen ante ellas. Casi se podría decir que disfrutan con ellas. Supongo que más que nada será porque, generalmente, suelen conseguir superarlas. Estos privilegiados son "los triunfadores", y resultan tan perfectos que apestan.
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Los míos son los resignados, los que se saben fracasados y se regodean en su impotencia. Pero no se crean, no es tan fácil ser un derrotado feliz. Muchos lo han intentado, pero pocos son los capaces de convivir en armonía con el dolor. Los que no pueden soportarlo, acaban tomando decisiones drásticas para liberarse definitivamente de sus padecimientos. Les estoy hablando de gente como Gram Parsons, Kurt Cobain, y ahora parece que también, Amy Winehouse. Pero por encima de todos ellos se eleva la maravillosa cantante que tienen en las imágenes de esta entrada. ¿No la reconocen?. Pues escuchen lo que sigue y ya verán como seguro que no se vuelven a olvidar de la más triste entre las tristes, la fiel compañera de Bobby McGee, la incomparable e inimitable (lo siento, Amy) Janis Joplin.
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