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Este paisano mío (parece ser que es de A Coruña) se lanza a cuchillo en sus entradas contra nosotros (él incluido, por mucho que pretenda quedarse al margen), los editores de los blogs, pero también contra ustedes, los que nos leen y comentan (y más que tendrían que hacerlo). Pero, por mucho que me duela, he de reconocer que no le faltan motivos para sus ácidas y brillantes críticas.
De hecho, y si leen sus posts me darán la razón, gran parte de lo que relata es absolutamente cierto. Son especialmente acertadas (y divertidas) sus series de entradas sobre las diferentes modalidades de blogueros y de comentaristas. Seguro que se sienten identificados con alguna de ellas. O con varias, como me ha pasado a mí.
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Por último, (y va por usted, paisano, que sé que me leerá), le agradezco que sus escritos me hayan ayudado a reconocer y asumir con cierta dignidad mi patetismo, pero me da que a algún otro no le vendría nada mal aplicarse el mismo cuento, ¿no cree?. Ya conoce el dicho ese que dice que no hay peor puta que la puta arrepentida. Y que me perdonen las putas.
¡Ah!, y no me dé las gracias por el enlace ni, mucho menos, se me enfade, "colega", que si se fija bien en lo que mal o bien he escrito, verá que, aunque no creo que fuera necesario, con usted también me he disculpado.
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