Hay un poco de revuelo en este país a causa de un manifiesto en defensa de la lengua castellana que han publicado algunos intelectuales hispanos, y al que se están adhiriendo personas y colectivos bastante dispares. La idea, creo, surgió del partido UPyD, de mi admirada Rosa Díez, aunque parece que la cosa puede escaparse a su control, pues P. J. Ramírez, el director de "El Mundo", se ha adherido de manera entusiasta a esta controvertida causa. Pero primero, échenle un vistazo al documento, para que puedan saber de qué les estoy hablando (pulsen para agrandarlo, recuerden):
Si lo han leído se habrán dado cuenta de que, en general, es bastante asumible o al menos, eso fue lo que pensé tras su lectura. Aún así, no me encontraba yo muy convencido de mi adhesión, por parecerme que dramatizaba demasiado la curiosa situación de la lengua castellana en las comunidades de la península que cuentan con idioma vernáculo. Y no fue hasta que me enteré que mi "querido" Ramoncín se mostraba indignadísimo por habérsele relacionado falsamente con los promotores de esta iniciativa, cuando me di cuenta de que realmente me encontraba ante una noble causa, y, por tanto, debía estampar, cuanto antes, mi firma sobre ese documento.
Si a ustedes también les ha convencido este demoledor argumento, visiten la web de UPyD, y adhiéranse a este manifiesto, no sea que terminen firmando un documento alternativo en defensa de la parejita de la fotografía. ¡Qué repelús!.
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