Decía yo, en una de mis primeras entradas, allá por agosto del 2007, que nadie quería a Pepe Blanco, el político socialista, claro. Pues unos cuantos meses más tardes, la cosa sigue igual, por no decir peor. Sus detractores, tanto del PP como del PSOE, que haberlos haylos, llevan haciendo escarnio del titular de un artículo de opinión, acerca del fichaje de Manuel Pizarro por los conservadores , que tuvo a bien colgar en su afamado blog, El cuaderno de Pepe Blanco. Vean lo bonito que le quedó:
Pues sí, "El tiburón sale de la madriguera", se atrevió a escribir el bueno de Pepiño. En cuanto sus envidiosos opositores se percataron de la incongruencia de la pareja tiburón y madriguera, se arrojaron a su yugular con descalificaciones de todo tipo lanzadas desde tertulias, periódicos, blogs y demás medios controlados por la derecha extrema, como diría el ínclito secretario general del PSOE.
Pero no es ese el caso de esta humilde bitácora, no, ni mucho menos. Desde la profunda admiración que siento por este prócer de la política española, me negué a aceptar que la frase de Pepiño pudiera ser un error, ya que lo tengo por casi infalible, y más ahora que anda con el tema del Papa (otro que nunca se equivoca) siempre en la boca.
De este modo empecé una larga y ardua investigación destinada a demostrar que sí existen tiburones que construyen y viven en madrigueras. ¿Quieren saber lo que conseguí descubrir?. Miren esto:
Es una Barramunda, un extraño pez australiano de río, que aunque no pertenece exactamente a la familia de los tiburones, se les parece mucho, tanto en aspecto como en su voracidad. Y les diré más, pertenece a la familia de los peces pulmonados (Dipnoi), y acostumbra a hibernar en madrigueras sin apenas líquido, ya que es capaz de obtener oxígeno directamente del aire sin necesidad de agua, gracias a sus orificios nasales abiertos y a su vejiga natatoria transformada en pulmón de emergencia.
Así que, aunque cogido con alfileres, creo que mi querido Pepe Blanco no faltó a la razón cuando mencionó el hábitat de los tiburones, capitalistas o no.
Alguien se merece unas cuantas disculpas, ¿no creen?.
Por último, háganme el favor de volver hasta el recorte con el artículo de la discordia, que tienen un poco más arriba. Pues bien, si superan su polémico titular y continúan leyendo, se toparán con la mayor sarta de sandeces, falsedades e infamias por pixel cuadrado que puedan encontrar en toda la blogosfera y parte del extranjero. No se corten, léanlo bien, y comprobarán que puede que me haya quedado incluso corto.
Alguien se merece también unas cuantas querellas, ¿no creen?
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