Lo que ven. Estas zapatillas tienen vocación de fregona.
Su suela es de quita y pon (va adherida con un velcro) para poderla lavar o reponer.
Lo que es a mí, me cambiarían la vida, y eso que no suelo ser yo el encargado de la penosa tarea de fregar los suelos. Y me refiero a que me sentiría más libre, porque, ¿no sienten, ustedes como yo, un deseo irrefrenable de entrar a patinar, cuando se topan ante un suelo recién fregado (siempre que no lo haya limpiado uno, claro)?
Y sucede que, a veces, uno no se puede contener, lo que suele ocasionar no pocos problemas con la persona que se tomó la molestia de fregar.
Bien, pues con este artilugio, ya no tendríamos que reprimir nuestros impulsos, ya que con nuestro amor por el patinaje estaremos facilitando la limpieza y secado de la habitación en cuestión. Con lo que, en vez de una buena bronca, nos habremos ganado una frase de agradecimiento por nuestra "desinteresada" colaboración.
Los que estén conmigo, que se vengan a patinar.
Me pido prímer.
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