Pues han pasado ya 30 años desde que el hombre de la radio, de la no muy conocida canción de Bruce Springsteen "Johnny Bye-Bye", contó esta noticia que convulsionó el mundo musical de la época.
El rey Elvis Presley, tendría ahora setenta y dos años, pero una complicada existencia, en la que su propio mito devoró a la persona, le precipitó a una muerte prematura en "extrañas circunstancias".
La figura de Elvis no tiene desperdicio, su biografía, su música e incluso su denostado cine.
De su vida y su música (tienen algunos discos para bajar por pando en pandopuntokualda) no les voy a decir nada que no sepan, pero de su amplia filmografía, permítanme que les recomiende dos estupendas películas: "El barrio contra mí" y "Flaming star" dirigidas por Michael Curtiz y Don Siegel, respectivamente, donde se demuestra que en manos de un buen director, Elvis podía hacer buen cine.
Acabo esta entrada, homenaje a un mito, de la misma forma que la mencionada canción del Boss:
"You didn't have to die, you didn't have to die".
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