Ayer necesité cambiar la extensión de un archivo .txt (de texto) a .html. Era para subirlo a mi web con la intención de que Google pudiera verificar que yo era realmente el propietario de esa página (otro día les cuento más). Pensé que esta operación me llevaría apenas unos minutos, ya que lo había hecho cientos de veces en mi anterior portátil, con el añorado Windows XP instalado. Como se habrán imaginado, me equivoqué, y no vean cuánto.
El asunto es que el ordenador en el que trabajo actualmente, opera con el dichoso Vista. Y en este sistema operativo, la terminación de las extensiones de los archivos no aparece mostrada por defecto. Así que cuando modificas su nombre, aunque le añadas un sufijo de archivo (.jpg, .doc, .ppt, etc), el documento cambia de denominación pero no varía su naturaleza. De tal manera que el documento de texto que pretendía "convertir" en .html, aunque ahora se denominaba "documentonuevo.html" no dejaba de ser un .txt por muchas veces que modificara su nombre (de hecho, en xp se llamaría, tras mi intervención, "documentonuevo.html.txt).
Cuando por fin me di cuenta de lo que ocurría, me encontré con el problema de cómo conseguir que el Windows Vista me mostrase las extensiones en el nombre de los archivos, y así poder cambiarlas con facilidad. Y ya saben qué se hace en el siglo XXI cuando algo se desconoce; pues preguntar a Google, claro. Si se fijan ordenadamente en las imágenes de esta entrada encontrarán la respuesta. Así de fácil.
1 comentario:
Gracias!!
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