Si se creen desgraciados y piensan que su vida es un sufrimiento, déjense de nimiedades y aprendan a reconocer el auténtico dolor escuchando el áspero cante por seguiriyas de Manuel Agujetas:
Nunca en mi vida
yo he pensado en aborrecerte,
pero siguiendo por ese camino
te aborrezco a muerte.
A la muerte yo estaba llamando,
y no quiere venir.
Hasta la muerte tiene compañera,
lástima de mí.
Apregonao me tienes
como a un mal ladrón,
y contra más causas a mi cuerpo le (eches),
más te quiero yo.
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