Ya lo había anunciado Lord Acton en su día: "La nacionalidad no aspira ni a la libertad ni a la prosperidad, sino que, si le es necesario, no duda en sacrificar ambas a las necesidades imperativas de la construcción nacional". La historia está repleta de abundantes ejemplos y estoy convencido de que coincidirán conmigo en que no es preciso remontarse a tiempos remotos o distantes lugares para encontrarlos.
No es que discrepe de tan ilustre personaje, pero creo que Lord Acton pasó por alto que la primera víctima de la llamada construcción nacional no es tanto la libertad ni la prosperidad como la verdad. La Historia pasa a ser una herramienta más al servicio de la consecución de ese supremo objetivo, y los hechos se maquillan, ocultan, camuflan o falsean para justificar tan anhelado fin.
Lo que no es habitual, en absoluto, es que los encargados de dicha manipulación lo reconozcan abiertamente. De ahí mi sorpresa al leer esta mañana el siguiente párrafo perteneciente a un artículo publicado en un conocido diario de tirada nacional.
El Instituto de la Memoria Histórica de Ucrania quiere elaborar una Historia que se basará en “los hechos reales”, pero éstos serán “dosificados en función de la tarea de construir un estado nacional”, explica Igor Yujnovski, el director. “La dosis de los hechos históricos en los que la nación venció o puede ser exaltada será grande y la dosis en los que la nación perdió será insignificante”, dice.
¿Les recuerda algo? ¡Ay, si Heródoto o Tucídides levantaran la cabeza!
Lo que no es habitual, en absoluto, es que los encargados de dicha manipulación lo reconozcan abiertamente. De ahí mi sorpresa al leer esta mañana el siguiente párrafo perteneciente a un artículo publicado en un conocido diario de tirada nacional.
El Instituto de la Memoria Histórica de Ucrania quiere elaborar una Historia que se basará en “los hechos reales”, pero éstos serán “dosificados en función de la tarea de construir un estado nacional”, explica Igor Yujnovski, el director. “La dosis de los hechos históricos en los que la nación venció o puede ser exaltada será grande y la dosis en los que la nación perdió será insignificante”, dice.
¿Les recuerda algo? ¡Ay, si Heródoto o Tucídides levantaran la cabeza!
1 comentario:
Increíble, aunque por lo menos lo reconocen. Espero que se inventen una historia entretenida por lo menos. Incluso que se pueda hacer una película basada en ella. Seguro que así se sentirían bien orgullosos de su nación.
Saludos.
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