domingo, 2 de septiembre de 2007

Las cenizas del Espíritu Griego


No sé si creen en las casualidades, pero los incendios ocurridos este mes en Grecia coinciden con la decadencia del espíritu que, desde esas tierras, cimentaron nuestra cultura europea.
"Ser uno con todo lo viviente, volver, en un feliz olvido de sí mismo, al todo de la naturaleza, ésta es la cima de los pensamientos y alegrías, ésta es la sagrada cumbre de la montaña, el lugar del reposo eterno donde el mediodía pierde su calor sofocante y el trueno su voz, y el hirviente mar se asemeja a los trigales ondulantes."

Esta frase, como toda la maravillosa obra de Hölderlin que me atrevo a usurpar, puede describir la única escapatoria de la realidad opresiva en que vivimos. Se dice que Hölderlin, quien pasó sus últimos años sumido en una esquizofrenia "inofensiva" acogido en la casa de un amable ebanista, dedicaba sus horas a tocar un piano desafinado y a escribir pequeños poemas e ideas en una mezcla de alemán, latín, griego..., como quien zozobra por haber recibido de los dioses más de lo que podía soportar. Alcemos nuestras copas y brindemos por aquellos que aún tienen fe en el ser humano.
¿Dónde está hoy la sensibilidad?. No en una sociedad tragicómica que construye héroes de futbolistas, muertos o vivos, como si fueran descubridores de continentes.
No en escritores que, como "la Regás", transformados en funcionarios, se convierten en esbirros de los partidos que les dan de comer, olvidando palabras como "Poesía" o "Educación".
Y menos encontramos la sensibilidad en el actual "culto al cuerpo" que practican determinados concursos de belleza y programas de tv, donde no se sabe qué da más asco, si la pose de los jueces o los lloriqueos y chorradas de las candidatas. Qué lejos queda el verdadero culto a la Belleza de nuestros queridos griegos ...
Menos mal que gracias al Hiperión de Hölderlin, siempre podremos huir, con la imaginación, a nuestro querido Hiperión de Saturno.
Para quien quiera leer esta obra en castellano, recomiendo la preciosa traducción de Jesús Munárriz.
Disfrútenla.

Autor de esta entrada: Julio Mourenza

1 comentario:

Popeso Dudando dijo...

Creo que has editado una entrada que no deja indiferente. Yo, lamentablemente, no conozco la obra de Hölderlin, aunque todo tiene solución, y espero leer Hiperión, a no tardar mucho.
En cuanto a lo que comentas sobre la sociedad actual, creo que es difícil poder discrepar de lo que dices.
Y aunque la huida con la imaginación a un mundo distinto es más que saludable, supongo que será más practico quedarnos en la cruda realidad e intentar cambiarla a mejor o, en su defecto, conseguir acostumbrarnos a su hedor.
Saludos.

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