Lo acabo de leer en el suplemento de "nosequé" periódico y es, absolutamente, verdad. El trabajo en solitario de Jakob Dylan, el hijo del mítico Bob Dylan, suena más al "Boss" Bruce Springsteen, que a la música de su progenitor. Pero bueno, esto no tiene nada de malo (salvo para Bob, claro), porque decir que algunas canciones (sobre todo el tema "Evil is alive and well", que, probablemente, están ya oyendo) de "Seeing things", recuerdan a las que escribió Bruce en discos estupendos como Nebraska, The ghost of Tom Joad y Devil and Dust, es todo un cumplido.
Composiciones íntimas, comprometidas y de clara raíz country-folk que, injustamente, suelen ser infravaloradas cuando se analiza la discografía del genio de New Jersey. Así, que yo, por mi parte, me alegro mucho de que, en cierto modo, este camino sea retomado por Jakob Dylan, de la misma manera que el propio Springsteen, en su primera grabación (Greetings from Asbury park), hizo con el sonido de su legendario padre.
Pero vamos a lo que, de verdad, les interesa: el disco. Escúchenlo (o deténganlo) aquí, en este widget que, ignoro durante cuanto tiempo, nos ofrece gratuitamente el MySpace dedicado a este joven y prometedor artista:
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