Dos maneras de torear

Pues sí, dos formas bien distintas de sentir "la fiesta nacional". Arriba tienen la imagen de un torero que intenta conservar su integridad tras ser derribado por un toro, y en la fotografía inferior pueden ver la de unos jóvenes activistas antitaurinos que irrumpieron en la plaza de Las Ventas para exigir la abolición de esta "bárbara tradición".

Ya ven, el primero se juega la vida en el desempeño de su trabajo, y los segundos se ganarán una buena multa por defender sus ecológicos principios. No es fácil tomar partido por uno de los dos bandos, ¿verdad?. Por una parte, la razón me conduce a simpatizar con los inconformistas chavales y sus pancartas reivindicativas, pero hay algo animal en mi interior que se identifica más con el hombre que lucha por dominar a la bestia, y que salva su vida a costa de la del bravo ganado de lidia.

No pretendo aquí argumentar a favor o en contra de los unos o los otros. Me parece una tarea inútil. No sé de nadie que se acabara cambiando de bando tras la típica discusión "toros sí, toros no". Ahora bien, en lo que no tengo dudas es que la actuación de los activistas de Equanimal, el pasado domingo, no ha sido demasiado correcta. Quizá sea un antiguo y no sepa apreciar el valor de un comportamiento tan rebelde, pero irrumpir en pleno coso de Las Ventas tras la lidia del primer toro de la tarde, me sigue pareciendo más una temeridad y una provocación, que una hazaña heroica, por muy noble que pueda resultar ser su causa.

Finalmente, y para facilitar que ustedes "se mojen" en uno u otro sentido, les ofrezco unos videos con la actuación en la plaza de Las Ventas de los mejores representantes de cada una de estas dos maneras antagónicas de entender la tauromaquia. Ustedes verán, pero yo, que me estoy dando asco por haber intentado ser políticamente correcto, lo tengo claro, me quedo con el arte de José Tomás. Así de bruto que es uno. ¡Qué le vamos a hacer!.

Actuación de José Tomás en Las Ventas, 1996

Actuación de Equanimal en Las Ventas, 2008