Supongo que estarán ustedes algo desconcertados, intentando relacionar el título de esta entrada con el cuadro que la ilustra.
La imagen es una pintura del artista polaco Jan Matejko, y representa a su paisano (con permiso de los alemanes), Nicolás Copérnico, en conversación con Dios.
Y dado que Copérnico fue el creador de la teoría heliocéntrica, lo que, gracias al proselitismo de Galileo Galilei, le aupó al nº 1 de las listas de enemigos del Vaticano, imagino que esa charlita, para aclarar algunas cosillas con el jefe, se hacía más que necesaria.
Y se preguntarán ustedes que qué tiene que ver lo que les acabo de relatar con la mítica fecha del 11 de septiembre. Pues, más de lo que parece, ya que, tal día como hoy, hace 125 años, el Papa Leon XIII levantó la póstuma condena vaticana que pesaba contra el osado científico desde 1616, por atreverse a proponer que, quizá, la tierra no fuera el centro del universo.
Así, que ya ven, cada fecha tiene sus efemérides positivas y negativas, por lo que, recordar unas u otras, es una posibilidad que siempre tenemos a nuestro alcance, y que sólo depende del estado de ánimo que tengamos.
Yo, hoy, prefiero acordarme de que, un 11 de Septiembre, la Iglesia enmendó, al menos simbólicamente, la gran injusticia cometida contra este adelantado a su época.
Y, por si esto no les basta para olvidar la hecatombe americana de 2001, les recomiendo que hoy cambien su periódico por este otro.
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